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El diseño como expresión artística


Desde hace un tiempo el Kendall Art Center ha estado desarrollando una interesante labor de recuperación en torno a la producción de la comunidad artística cubana, fundamentalmente, de la ciudad de Miami. Desde su fundación en 2016, ha realizado unas 30 exhibiciones entre colectivas e individuales, además de acoger presentaciones de publicaciones con motivo de las muestras y, también conciertos de música. Es una labor constante a través de un intenso programa de exposiciones. Muchas de ellas, han puesto en valor las obras de reconocidos artistas, juntos a otros de menor trayectoria, mostrando y relacionando creativamente sus trabajos más recientes.

Entre una copiosa lista de exposiciones se pueden citar, por ejemplo, “Across Time: Cuban Abstractions” (2018), curada por Janet Batet, “Artists in Purgatory” (2017), curada por Aldo Menéndez, Henry Ballate e Ivonne Ferrer. La primera, “Across Time (…)” planteaba las conexiones muy curiosas entre un histórico de la abstracción (geométrica) cubana, Pedro de Oraá (La Habana, 1931), con artistas abstractos más jóvenes como José Villa (Santiago de Cuba, 1950) y Pedro Avila Gendis (Camagüey, Cuba, 1959). La segunda, “Artists in Purgatory”, ponía en perspectiva a un grupo muy importante de la diáspora artística cubana que tuvo lugar a principio de los años 1990. Un grupo que luego de “trotar” por medio mundo entre México, Venezuela y España ha recalado en la ciudad de Miami donde ahora tiene un núcleo muy importante de formidable potencial artístico.

Sex, Design, Metonymy. Rubén Rodríguez, Ivonne Ferrer y Jorge Rodríguez Diez (R10) forma parte de este ágil y variado modelo expositivo. Esta muestra que puede verse ahora, articula en realidad tres exposiciones individuales de cada uno de los artistas que la conforman. Independientemente de las especificidades poéticas, y las diferencias discursivas en las obras de los artistas reunidos hay, sin embargo, un elemento que los aglutina a todos: la conciencia del diseño como herramienta expresiva de las obras. Para Aldo Menéndez, curador de este conjunto de exposiciones “todas las expresiones están muy bien diseñadas: las de Rubén Rodríguez (Santa Clara), pendientes del ritmo, de movimientos casi coreográficos del cuerpo humano, y en el otro extremo Jorge Rodríguez Diez (R10), (La Habana), con el diseño de carteles, publicidad del consumidor, sus formas y mensajes escritos. Mientras que Ivonne Ferrer (La Habana), rediseña entornos y personajes utilizando un gran banco de imágenes gráficas para construir sus alegorías, sus metáforas”.

Ciertamente resulta muy sugestiva la relación de las obras de estos tres artistas porque, además del diseño como herramienta poética, (en uno más presente que otros), la narración tiene un peso importante en sus respectivas proyecciones discursivas. Sobre todo en Ferrer y Rodríguez Diez, que es donde las artes gráficas tienen un mayor protagonismo. Ambos asumen la poética neo figurativa, aunque con sus matices. La primera, fusionando todo un catálogo de iconografías inspirado en la historia y los modos de representación de la imagen en la cultura visual del siglo XX. De ahí el empleo de técnica mixta, donde el collage destaca, pero también las texturas que logra en las telas. Esa textura, con fondos de rico colorido, como entre otras Expedición a Negret o La Marca rescatada (ambas de 2019) que simula la impresión de los grabados, o de las ediciones masivas del cómic, donde la tinta sobre el papel mostraba las imperfecciones. En Rodríguez Diez, el fondo se hace plano y monocromático. Planos también son los colores sobre los que se recortan las figuras. Hay un énfasis en el carácter comunicacional de la imagen. Algo que resalta en obras como, entre otras, Untitled, 2016 y De la Serie Guardianes. Sin título, 2018. Imágenes en las que normalmente aparecen personas desarrollando una actividad (laboral). Es una pintura, cuyo mensaje resalta un llamado a la acción, y que guarda mucha relación con el espíritu y la estética del arte producido en las primeras décadas de la revolución. Ruben Rodríguez, en cambio, se enfoca en el cuerpo humano desenvuelto dentro de una figuración que explota el dibujo de raíz surrealista. Por lo que es una figuración que apela a lo lírico en su narración, con ecos que a veces recuerdan la obra de Servando Cabrera Moreno. “Sex Design Metonymy. Rubén Rodríguez, Ivonne Ferrer y Jorge Rodríguez Diez (R10)”. Es además una buena oportunidad para ver la obra reciente de tres artistas pertenecientes a distintas generaciones del arte cubano contemporáneo.

POR DENNYS MATOS ESPECIAL/EL NUEVO HERALD

Dennys Matos es crítico de arte y curador independiente. Reside y trabaja entre Miami y Madrid.

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